Patterns of Disease and Culture in Ancient Panama A Bioarchaeological Analysis of the Early Graves at Cerro Juan Díaz
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Abstract
Cerro Juan Díaz (LS-3) is a large archaeological site located in the coastal lowlands of central Pacific Panama that comprised a pre-Columbian village (200 B.C.–A.D. 1520). A multiyear field campaign (1992–2001) uncovered numerous human burials of diverse antiquity, integrity, complexity, and mortuary goods. This paper considers several aspects of the demography, diet, health, and cultural practices of the earliest mortuary population yet found at LS-3 (A.D. 30–650) through the analysis of human skeletal remains found in the excavation of Operation 3, Features 1, 2, 16, and 94. This research has led to revised interpretations of these important mortuary contexts. Many of the personal adornments traditionally placed at the apex of regional value systems were found with the remains of children, giving support to the notion that, during this time period, age was the primary determinant of the kinds of ornaments that accompanied the dead. Oral pathologies present signal the importance of cariogenic foods, such as maize, in the diet, while lingual surface attrition of the maxillary anterior teeth points to a habitual cultural practice of using the teeth as tools—perhaps to peel manioc tubers prior to cooking. Head shaping appears to have been an important identity marker in the population, with high frequencies of obelionic-type artificial cranial modification. Participation in a male-dominated habitual aquatic activity is revealed by external auditory exostoses in several individuals. Finally, a systemic infection consistent with Treponema pallidum was prevalent in the population, as evidenced by characteristic osseous lesions.
Cerro Juan Díaz (LS-3) es un sitio arqueológico en la llanura costera del Pacífico central de Panamá que fungió como aldea precolombina desde 200 a.C. hasta 1520 d.C. Durante campañas de campo que se extendieron por diez años (1992–2001), se descubrió numerosos entierros humanos cuya antigüedad, integridad y complejidad, así como sus ajuares mortuorios, eran disimiles entre sí. El presente artículo adopta un enfoque bioarqueológico con el fin de dilucidar varios aspectos de la demografía, la dieta, la salud y las prácticas culturales de la población mortuoria más antigua que se haya encontrado hasta la fecha en el asentamiento (30–650 d.C.). Nos concentramos en el análisis de los restos humanos correspondientes a las sepulturas más antiguas excavadas en el sitio: Rasgos 1, 2, 16 y 94 de la Operación 3. Dicho estudio conllevó a revisar interpretaciones anteriores de estos importantes contextos mortuorios. Algunos adornos personales que suelen colocarse en el ápice del sistema de valores a nivel regional se encuentran con niños y dan apoyo a propuestas anteriores de que, en esta época, la edad de un difunto era el principal determinante de los bienes que lo acompañaban en la muerte. Las patologías orales presentes incluso en niños pequeños en el sitio señalan la importancia de alimentos cariogénicos como el maíz en la dieta, mientras que el desgaste de la superficie lingual de los dientes anteriores superiores (“LSAMAT,” por sus siglas en inglés) en muchos individuos apunta a la práctica cultural habitual de utilizar los dientes como herramienta, tal vez para pelar tubérculos como la yuca antes de cocinarlos. En esta población, la forma de la cabeza parece haber sido un importante marcador de identidad, de acuerdo con las altas frecuencias de modificación craneal artificial de tipo obeliónico, las que se observaron entre los cráneos hallados en estos entierros. Por otro lado, una consuetudinaria actividad acuática es indicada por la presencia de exostosis auditiva externa en varios individuos, mayormente masculinos. Finalmente, destaca en esta población una infección sistémica compatible con Treponema pallidum, tal y como lo evidencian las características lesiones óseas.